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Recientemente, fue de nuevo el E3, y como en cada E3, las feministas TIENEN que encontrar alguna forma de atacar a los gamers. En este caso, la victima fue Tim Soret, creador del juego The last night. TLN es un juego indie de pixeles, y si bien a mí no me atraen esa clase de juegos, fue muy bien recibido por la audiencia. Hasta que, alguien resucito algunos comentarios que Tim hizo en 2014, en los que critico la tercera ola del feminismo por su actitud censora y comento que el trasfondo de su juego sería similar a un mundo donde ese feminismo tomó el control (esencialmente, el mismo tipo de trasfndo que farenheit 451), y los escribió con el hashtag Gamergate.

Rapidamente la policía feminista, liderada por Zoe Quinn, cuyo libro no está vendiendo una mierda y obviamente necesita fingir acoso para aumentar ventas, atacaron a Tim, intentaron boicotear el juego, que Microsoft quitase su apoyo al mismo, y clamaron que no permitirían que nadie que haya ccriticado al feminismo de alguna forma trabaje en la industria, sin importar cuanto tiempo haya pasado de sus comentarios, esencialmente demostrando que lo que Tim dijo sobre la naturaleza censora del feminismo es cierto. Seguido a eso, Raw Fury Games, la compañia del juego, hizo un comunicado en el que sutilmente amenazan a Tim, esencialmente diciendo “Tim es feminista…¡o sino..!”. Al final, Tim reculo y se disculpo publicamente; algo que nunca debió hacer, ya que para los justicieros sociales nada es suficiente y piden más y más. Y de hecho, seguidamente dijeron que “no era suficiente”, así que deduzco ahora el argumento del juego cambiara para adaptarse a la agenda feminista (de momento ya han borrado parte de la descripción del juego, que decía que una de las razones por las que el trasfondo era distopico es la introduccion de la renta basica universal, así que deduzco lo borraran del juego para satisfacer a los justicieros.

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